Entrevista a Ian Anderson, líder de Jethro Tull (El Universal, Caracas, Venezuela): "Jamás me aburriré de dar conciertos".
"Esta vez será en su mayoría eléctrico, rockero, pero habrá un algo de momentos acústicos también".
Hace poco Ian Anderson, legendario líder de la banda británica Jethro Tull, dio un recital en simultáneo con una navegante espacial de la Base Internacional Espacial. "Eso fue en Rusia. Toqué junto con la astronauta norteamericana Cady Coleman, fanática de la banda, quien se llevó una de mis flautas al espacio. Somos muy amigos e interpretamos el tema Bouree para conmemorar el 50º aniversario del viaje de Yuri Gagarin. Fue muy bueno hacer música juntos. Se trató de un experimento muy importante, mandar un poco de cultura al espacio", cuenta vía telefónica el flautista, guitarrista y cantante escocés de rock progresivo-experimental.
Impregnado por una motivación ecléctica nata, el creador del álbum Aqulung (1971) se embarca en una gira mundial que pisará suelo venezolano el próximo 21 de mayo en el Anfiteatro del Sambil. Blues, folk inglés y rock, sazonado con destellos de música barroca y renacentista, forman parte de la propuesta que Anderson ha moldeado desde sus inicios en la música. Canta y toca magistralmente diferentes tipos de flautas, también la guitarra acústica, mandolina, saxofón, y otros instrumentos.
Hace casi 4 años que la reina Isabel II de Inglaterra, como reconocimiento a sus aportes al mundo de la música, le otorgó la Orden del Imperio Británico en calidad de Oficial. Y como todo un caballero hace la llamada telefónica para iniciar la entrevista con un: "¡Hola, soy Ian Anderson! ¿Esperabas mi llamada, verdad?".
-Ya conoce al público venezolano, pero ¿diría que le genera expectativas regresar?
-Nunca he tenido expectativas, espero que me sorprendan las cosas. Volver a Caracas es importante. Estaré con mi banda, tocaremos un poco del álbum Aqualung que siempre es muy pedido, interpretaré cosas clásicas de Jethro Tull, temas de la banda que no hacemos muy a menudo, mi repertorio solista y algo nuevo quizás. Esta vez será en su mayoría eléctrico, rockero, pero habrá momentos acústicos también. Lo que verán será un poco más ecléctico dentro del concepto de Jethro Tull. No quiere decir que no sea Ian Anderson tocando, pero tiene mucho del sentimiento de Jethro Tull... que también es mi banda.
-¿No percibe como si cada concierto es el primero de su carrera?
-Es de lo que se trata un concierto de rock, ser capaz de liberar esa sensación de estar en tarima por primera vez. Cada vez que te subes a un escenario es como si fuese la primera vez tocándole a gente diferente, lugares diferentes, sonidos diferentes. Depende de cómo lo concibas, es refrescante. Jamás me aburriré de dar conciertos. Mayormente por las características del show y por los músicos, que le ponemos algo de improvisación. Todos tratamos de tocar algo diferente todas las noches. Eso es lo más importante de estar en el escenario: cambiar algunas notas... No es hacer pop ni quedarte en una misma fórmula que suene igual. Improvisar en la música es muy importante para mí.
-¿Entonces sigue experimentando el miedo que sienten los músicos antes de empezar un concierto?
-¡Uhm! Lo que me pone nervioso es que haya algún problema técnico antes de subir a la tarima, porque muchas veces eso puede interferir en el buen desenvolvimiento del concierto. Pero tampoco es un gran problema, puedo lidiar con eso, junto a los rodies o técnicos. Me ponen nervioso, por ejemplo, los dos shows que voy a tener en Australia en los próximos días, porque no habrá prueba de sonido. Hay poco tiempo por tratarse de un Festival. Debemos llegar y literalmente fijar todo antes de montarnos y balancearlo en el momento.
-Las reseñas en los medios estadounidenses acerca de su gira solista tienen posiciones encontradas. Algunas sostienen que es un show intenso a pesar de lo acústico.
-Te refieres a los shows de octubre-noviembre. Sí fueron mayormente acústicos. No te preocupes, en Latinoamérica será más rock. Será en la vibra de Jethro Tull. Vengo de Turquía, donde el ambiente fue más agitado y la sensación más rockera. También estuve en Irlanda y Portugal. Me gusta cambiar lo que hago en vivo. Me gustan los cambios, el dinamismo, siempre lo vas a ver.
-¿Está consciente de que el público latinoamericano es más enérgico en los shows?
-Un poco. Creo que la gente se comporta diferente de acuerdo al tipo de concierto. Los italianos son muy locos, pero varía si estás en espacios abiertos o en sitios cerrados, así también es el comportamiento de los alemanes. El comportamiento de cada uno es de acuerdo con las circunstancias. Todo lo que hay que hacer es captar su esencia , su comportamiento, qué tanto alcohol haya en su organismo, no es gran problema. Sé que en Venezuela tienen una energía y locura tremenda... veamos cómo los guía el alcohol.
WILLIAM PADRON.
Impregnado por una motivación ecléctica nata, el creador del álbum Aqulung (1971) se embarca en una gira mundial que pisará suelo venezolano el próximo 21 de mayo en el Anfiteatro del Sambil. Blues, folk inglés y rock, sazonado con destellos de música barroca y renacentista, forman parte de la propuesta que Anderson ha moldeado desde sus inicios en la música. Canta y toca magistralmente diferentes tipos de flautas, también la guitarra acústica, mandolina, saxofón, y otros instrumentos.
Hace casi 4 años que la reina Isabel II de Inglaterra, como reconocimiento a sus aportes al mundo de la música, le otorgó la Orden del Imperio Británico en calidad de Oficial. Y como todo un caballero hace la llamada telefónica para iniciar la entrevista con un: "¡Hola, soy Ian Anderson! ¿Esperabas mi llamada, verdad?".
-Ya conoce al público venezolano, pero ¿diría que le genera expectativas regresar?
-Nunca he tenido expectativas, espero que me sorprendan las cosas. Volver a Caracas es importante. Estaré con mi banda, tocaremos un poco del álbum Aqualung que siempre es muy pedido, interpretaré cosas clásicas de Jethro Tull, temas de la banda que no hacemos muy a menudo, mi repertorio solista y algo nuevo quizás. Esta vez será en su mayoría eléctrico, rockero, pero habrá momentos acústicos también. Lo que verán será un poco más ecléctico dentro del concepto de Jethro Tull. No quiere decir que no sea Ian Anderson tocando, pero tiene mucho del sentimiento de Jethro Tull... que también es mi banda.
-¿No percibe como si cada concierto es el primero de su carrera?
-Es de lo que se trata un concierto de rock, ser capaz de liberar esa sensación de estar en tarima por primera vez. Cada vez que te subes a un escenario es como si fuese la primera vez tocándole a gente diferente, lugares diferentes, sonidos diferentes. Depende de cómo lo concibas, es refrescante. Jamás me aburriré de dar conciertos. Mayormente por las características del show y por los músicos, que le ponemos algo de improvisación. Todos tratamos de tocar algo diferente todas las noches. Eso es lo más importante de estar en el escenario: cambiar algunas notas... No es hacer pop ni quedarte en una misma fórmula que suene igual. Improvisar en la música es muy importante para mí.
-¿Entonces sigue experimentando el miedo que sienten los músicos antes de empezar un concierto?
-¡Uhm! Lo que me pone nervioso es que haya algún problema técnico antes de subir a la tarima, porque muchas veces eso puede interferir en el buen desenvolvimiento del concierto. Pero tampoco es un gran problema, puedo lidiar con eso, junto a los rodies o técnicos. Me ponen nervioso, por ejemplo, los dos shows que voy a tener en Australia en los próximos días, porque no habrá prueba de sonido. Hay poco tiempo por tratarse de un Festival. Debemos llegar y literalmente fijar todo antes de montarnos y balancearlo en el momento.
-Las reseñas en los medios estadounidenses acerca de su gira solista tienen posiciones encontradas. Algunas sostienen que es un show intenso a pesar de lo acústico.
-Te refieres a los shows de octubre-noviembre. Sí fueron mayormente acústicos. No te preocupes, en Latinoamérica será más rock. Será en la vibra de Jethro Tull. Vengo de Turquía, donde el ambiente fue más agitado y la sensación más rockera. También estuve en Irlanda y Portugal. Me gusta cambiar lo que hago en vivo. Me gustan los cambios, el dinamismo, siempre lo vas a ver.
-¿Está consciente de que el público latinoamericano es más enérgico en los shows?
-Un poco. Creo que la gente se comporta diferente de acuerdo al tipo de concierto. Los italianos son muy locos, pero varía si estás en espacios abiertos o en sitios cerrados, así también es el comportamiento de los alemanes. El comportamiento de cada uno es de acuerdo con las circunstancias. Todo lo que hay que hacer es captar su esencia , su comportamiento, qué tanto alcohol haya en su organismo, no es gran problema. Sé que en Venezuela tienen una energía y locura tremenda... veamos cómo los guía el alcohol.
WILLIAM PADRON.