FALLECE EL FUNDADOR DE JAZZ DE MONTREAUX, CLAUDE NOBS
A consecuencia de las heridas que sufrió el pasado 24 de diciembre en un accidente, mientras practicaba esquí de fondo
El fundador y director del Festival de Jazz de Montreux, Claude Nobs, falleció hoy en un hospital Universitario de Lausanne (Suiza) a consecuencia de las heridas que sufrió el pasado 24 de diciembre en un accidente, mientras practicaba esquí de fondo, informa la página web del propio festival.
Nobs, de 76 años, ha permanecido en coma desde el momento del accidente, que se produjo cerca de su domicilio en Montreux (Suiza), hasta su fallecimiento hoy en el hospital donde estaba internado. Claude Nobs fue uno de los fundadores, en 1967, del Festival de Jazz de Montreux que se celebra en esta ciudad suiza durante el mes de Julio.
Inicialmente estaba reservado exclusivamente a artistas del jazz, pero a partir de los años setenta se fue abriendo a otros tipos de música y por su cartel han pasado consagrados músicos y grupos de distintos estilos que van desde Frank Zappa, Deep Purple, Prince o Pink Floyd a latinos como Santana Elis Regina o Camaron de la Isla.
La organización del festival, que ya anunció que el festival no se vería afectado dado que el director general, Mathieu Jaton, asumía todas las funciones de Nobs, dedica una despedida a quien fuera su principal mantenedor y su equipo asegura que seguirán llevando adelante el festival con su mismo espíritu. ABC
En el doble álbum en directo Bursting Out, de Jethro Tull, se le puede escuchar introduciendo a la banda ante el publico, en un concierto grabado en Berna, Suiza, en 1978, durante la gira del disco Heavy Horses. En la reedición remasterizada de Bursting Out publicada hace unos años, Ian Anderson dedicaba el disco a él con éstas palabras:
"La seductiva voz de, quizas, un excitado camarero francés, introduciendo el concierto de Berna en Suiza, no es otro que el venerable Claude Nobs, promotor y mente maestra detras del Festival de Jazz de Montreaux. Claude Nobs nos había ayudado con su hospitalidad allá por 1972, cuando estuvimos viviendo por un tiempo en Montreaux, durante la composición y ensayo de uno o dos álbumes. La recaudación de uno de nuestros conciertos fué para la construcción de una parte de la librería pública de Montreaux, y como agradecimiento nos hicieron sentir como en casa durante varias estancias allí durante los años 70. Finalmente, en 2003, tocamos en el Festival De Jazz de Montreaux, renovando nuestras relaciones profesionales con ésta bella ciudad. Así que no hay mejor ocasión que ésta para dedicarselo a Claude Nobs, al Festival de Jazz y la pequeña ciudad suiza en recompensa por tan buenos momentos allí vividos". JVELARDO
Tribute to Claude NobsIt is with great sadness that I read an email last night from the Montreux Jazz Festival staff, announcing the passing of our old friend Claude Nobs, founder of the MJF all those years ago in 1967.
He booked Jethro Tull to appear in 1970 and again in 2003. He was still actively involved in directing the Festival, even last July in the 46th year of the annual event, when he announced us on stage for our third show there and joined us the next day as a featured guest at a public workshop performance where he played blues harmonica with me and talked with energy and enthusiasm, as always, to the audience.
Claude had been unwell on a few occasions in the last years and was well aware of the passing years and need to look after himself. We would meet for dinner once in a while when we were at home in Montreux or visit his chalet for a quiet chat.
So, to hear of the accident on Christmas Eve which lead to his emergency surgery and subsequent coma, was a huge shock, to say the least. He took a tumble while on his cross-country skis near his home and was rushed to hospital by helicopter ambulance later that night. He remained in a coma for the next two weeks but we all imagined that he would somehow miraculously awake and bounce off back up to Caux, in the hills high above Montreux, with the boyish energy which he retained for all the time I have known him. But it was not to be.
The things I will always remember most about Claude were not the public persona, not the party-throwing generous host to all the good and great of the Rock, Jazz and pop fraternity who drifted in and out of his life. No, It is the boundless, naive optimism of the man, the boy, the child which infected all around him. His innate love for music, musicians, gadgets, trains, motorcycles and - well - just stuff was the simple charm which exuded from him.
We will miss him sorely and treasure the legacy which he has left for Montreux, all genres of music and the millions of concert-goers who have enjoyed the sounds echoing off the water from that beautiful little corner of Lac Léman, Switzerland.
But, as Claude would undoubtedly say, if we could pass him the microphone right now, “The show must go on.”
And it most certainly will.
Ian Anderson 11th January 2013