Una leyenda en concierto.
Ian Anderson, el líder de Jethro Tull, explica en Bilbao su aprecio por "destrozar" las actuaciones - "Me gusta dar algo inesperado".
Ian Anderson asegura que se siente cómodo en las imágenes que le identifican como una leyenda de la música, retratado tocando la flauta. Anderson, el líder de la banda británica Jethro Tull y compositor de la mayoría de sus canciones, puede presumir a los 63 años de llevar más de dos terceras partes de su vida volcado en la música. Ayer ofreció en la Sala BBK el primero de sus dos conciertos en Bilbao, dentro del ciclo Music Legends, que en los próximos meses contará con las actuaciones de Marianne Faithfull o John Mayall, entre otros gloriosos veteranos del oficio. "Es agradable ser recordado por lago positivo", asegura. "Prefiero ser una leyenda de la música que ser recordado por ser miembro de una dinastía de dictadores de Oriente Medio", añade.
Anderson ha alcanzado la categoría de legendario sin perder la ironía que le permite afirmar que considera sus actuaciones un éxito si le pagan y el público no monta bulla a la salida. ¿La fórmula para lograrlo? "Nunca tengo expectativas ante un concierto", confiesa. "No espero nada cuando salgo a tocar y la audiencia tampoco debería esperar nada. Me gusta destrozar las expectativas ante una actuación en directo, dar al público algo inesperado y ofrecer cosas desconocidas".
En su comparecencia ante los medios de comunicación Anderson pidió brevedad. Consiguió que las preguntas se concentraran en menos de 30 minutos, pero no escatimó el tiempo para responderlas con una exquisita profesionalidad y hablar de dinero, de la familia y, sobre todo, de música.
Anderson guarda un buen recuerdo de las relaciones económicas con las discográficas, en las que reconoció haber encontrado personas entusiastas en la defensa de sus intereses. Ahora, con la industria en crisis, los conciertos suponen "el refugio" donde los músicos obtienen el dinero que ya no llega de la venta de discos, ni de las descargas por Internet. "Tocar en directo siempre ha sido importante para mí; define a los grandes grupos, es el factor de diferencia. Algunos graban en estudio y no son capaces de tocar en el escenario".
Desde su privilegiado punto de vista, Anderson ofrece un diagnóstico claro de la situación de la música: "Creo que en el rock se está produciendo un reciclaje de las viejas ideas, especialmente, de los años sesenta y setenta". "La música folk, en cambio, está viviendo un renacer en el Reino Unido, recorriendo senderos nuevos. En el folk hay más creatividad hoy en día; el rock es un género que difícilmente supera sus fronteras".
Solo los Rolling Stones superan en veteranía al líder de Jethro Tull. A Anderson no le cuesta imaginar a Mick Jagger, cuatro años mayor que él, como una estrella eterna del rock and roll. Sobre el aguante de Keith Richard, reconoce, tiene sus dudas.
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